“FORMACIÓN AUTÓNOMA PARA EL DESARROLLO INTEGRAL”
La organización escolar del tiempo presente está llamada con urgencia a la movilización de sus estructuras tradicionales, ala re-configuración del conocimiento, a la recuperación de los sujetos desde una vitalidad renovada a partir de la cual se recuperan las posibilidades de lo humano, de tal manera que, a partir de una nueva institución educativa que se re-significa a diario, podamos avanzar hacia mayores desafíos de responsabilidad para la construcción de una ciudadanía más humana y propicia para todos.
Este llamado a la movilización de la educación, no es ajena a la crisis social, cultural, política, económica y ética de una época histórica difícil, sumergida en una crisis profunda de levedades, consumismos, velocidades, egoísmos, barbaries y destrucciones… La escuela, la familia, el aula, no son un búnker impenetrable o un castillo amurallado impermeable a las crisis del tiempo en que vivimos, por el contrario, en ella se condensan, se explicitan y se reproducen los modos caóticos de sociedad y de cultura, como forma inconsciente de perpetuación del desmoronamiento ciudadano y planetario que atravesamos.
Así entonces, lo profundamente humano de la educación, adquiere un nuevo tipo de responsabilidades y desafíos: Ya no basta con el saber disciplinar, no es suficiente con el saber pedagógico, didáctico o curricular, y aún más, es preciso reconocer que resultan escasas las comprensiones metodológicas del proceso enseñanza - aprendizaje; el llamado trasciende nuestros conceptos y se ubica en La necesidad del despertar la consciencia del tiempo en que vivimos, despertar la conciencia de nuestra interacción con las dificultades, pero también con las posibilidades de nuestros estudiantes, despertar la conciencia de nuestra potencialidad transformadora de realidades sociales.
En el marco de estas breves reflexiones, presentamos el inicio de un Proyecto Educativo Institucional que nos convoca al pensamiento y a la construcción de nuevas realidades sociales mediante el encuentro solidario, profundo, respetuoso y potente con la comunidad de Nelson Mandela, para ir avanzando hacia la creación de otras lógicas de formación más pertinentes, desde el reconocimiento de la fuerza transformadora que se genera al interactuar unos con otros, propiciando una educación ciudadana… para una ciudadanía más humana.
